Ya no tengo años para recordar, pero se bien que en algún lugar de esta memoria se encuentra enterrado un evento olvidado que en el presente trato de renombrar. Y como eh de esperar que mi cabeza ya no dé más, me obligo a pensar que mi vida está por terminar. Pero como podría saber yo, al despertar de este sueño segador, que la realidad en la que vivo, calla el olvido de mi corazón. Quiero recordar cómo era tu sonrisa al caminar, por la orilla de aquel rio azul oscuro, que separaba nuestras almas por envidia al mirar. Que hermosa te veías aquella mañana, mientras lloviznando, secaba yo las lágrimas de mis ojos una vez más. Qué hermoso tu cabello y tu mirada, tu alma y tu caminar, que todas las mañanas veía pasar. Quiero decirte que te amo con locura y que a ti quiero llegar, oh que tan lejos estas, te oí cantar una mañana, mientras tú despeinada, en la orilla estabas, llorabas agua tan pura como pura es la luna, y respirabas con dificultad, sollozando cada vez mas. En tu miraba se podía observar aquel pensamiento de culpabilidad, culpa que le pertenecía a alguien más. Aquel día yo solo comencé a nadar y a navegar por esas violentas aguas de confusión, a las que les falta el sentido del amor. Para al llegar a la orilla poder descansar en tus brazos tibios, llenos de ternura y paz. Respirar una vez más ese aire de libertad y contigo caminar por ese camino de tranquilidad. ¡Ay que no llegue el demonio a este nuevo mundo de amor, que no llegue ya nunca más para llenarlo de dolor!. Pero recuerdo ahora lo que viví aquella ves, que al escuchar esos pasos sobre el lodo sucio, todo mi entorno cambio, y lleno de fuego, me fui envuelto en ese dolor tan inmenso...
Te vi a mi lado sin respirar y mi sangre recorría la tierra fría hasta llegar a tu mirada y manchar esa hermosa cara que dormía sin cesar...
Ahora que lo recuerdo, ya quiero olvidar, ese horrible evento de años atrás; Quisiera verte aquí en mis brazos otra vez y respirar ese aire de libertad, que en aquel momento, nos quitaron sin preguntar.
Saret.
