me ves sentada en aquel sillón viejo
concentrada
escribiendo.
Caminas hacia mí
te sientas a mi lado
guardas silencio
y me escuchas respirar.
Tan profundo es este silencio
que bajo tu intenso sufrimiento,
comienzas a susurrar,
el verdadero motivo de tu presencia en este lugar.
Mi mirada sigue enfocada en mi libreta
en las ideas que trato de ordenar
percibo a mi lado tu cantar
mas ni una palabra logro escuchar.
El estrés llega a tu límite
explotaras,
tu mirada se enfoca en mi indiferencia
y llamas la atención, de mi corazón.
Volteo a verte, sin observarte,
estoy perdida en mis pensamientos.
Tu corazón late fuertemente
entonces es cuando abro los ojos.
Te levantas de tu dolor
llegas a mí y me abrazas.
Suelto mi libreta y nos ponemos a llorar.
Nuestras palabras en armonia, suenan como una sinfonia de Debussy.
Me levantas del sillon de recuerdos viejos,
y aun abrazados bailamos con el sonido de nuestras palabras.
Como el ritmo de les collines, nuestros corazones suben y bajan.
Todo un mar de emociones que estamos encontrando.
Damos vueltas por la sala
bailando sobre la alfombra sucia
y la luz tenue
nuestros ojos hablan su propio idioma.
Un hermoso momento el que llego
cuando los dos, en amor bailamos
y encontramos un lenguaje universal
tan hermoso y palpable, como el sonido de debussy.
Saret.
